Mitigar la desindustrialización: Deslocalización en Europa Central y Oriental frente a externalización en busca de valor para el accionista

¿No tiene tiempo para leer el artículo completo? Escuche el resumen en 2 minutos. Las oscuras nubes de la desindustrialización se ciernen sobre el panorama industrial alemán, formadas por el aumento de los costes operativos, las crisis energéticas y las presiones normativas. Amenazan la rentabilidad y el valor para el accionista, mientras las empresas luchan por el sol del crecimiento. Si es usted empresario en Alemania, estrategias alternativas como la externalización y la deslocalización de fábricas a Europa Central y Oriental (ECE) pueden ser su refugio más necesario. Ofrecen oportunidades de ahorro de costes, protegen la eficiencia operativa y mantienen la competitividad global. Sin embargo, es difícil elegir uno. Esta guía en profundidad comparará ambas estrategias para entender cuál mitiga mejor los riesgos de desindustrialización y salvaguarda el valor para el accionista. Sumerjámonos en el tema. ¿Cuáles son los principales riesgos de la desindustrialización? La desindustrialización se refiere al fenómeno de la disminución o supresión de la actividad industrial y el empleo en un país, especialmente en las industrias manufactureras y pesadas. Alemania ha sido la principal víctima de esta terrible tendencia debido a una mezcla de factores. En Alemania, la desindustrialización está marcada por varios riesgos que perjudican a las empresas industriales: Aumento de los costes energéticos: Los sectores intensivos en energía, como el manufacturero, se enfrentan a precios insostenibles de la electricidad y el gas. En 2023, los costes energéticos industriales de Alemania se situaban entre los más altos de Europa, con un aumento de 45% en los dos últimos años, según Eurostat. Ineficiencia operativa: Las estrictas regulaciones, junto con las interrupciones de la cadena de suministro y la escasez de mano de obra, y la disminución de la moral laboral están contribuyendo a reducir la eficiencia operativa y la competitividad. Disminución de la productividad: Las empresas alemanas son conocidas desde hace tiempo por sus elevados niveles de productividad. Sin embargo, el reciente cambio de panorama la ha obstaculizado drásticamente. Si su empresa se enfrenta a problemas similares, debe tomar medidas tácticas oportunas. Impacto de los riesgos de la desindustrialización en el valor para el accionista Los riesgos que conlleva la creciente desindustrialización están erosionando el valor para el accionista y haciendo sufrir a las empresas alemanas. El aumento de los costes está destruyendo los márgenes, lo que hace muy difícil mantener la rentabilidad. Esto hace tambalearse la confianza de los inversores y lleva a las empresas a arañar capital y buscar nuevas oportunidades de inversión. Si no se gestiona con prontitud, la situación puede provocar daños a largo plazo, lo que apunta al probable fin de las empresas. Incluso los más grandes están preocupados. Las empresas deben aplicar estrategias rápidas para mitigar los riesgos de la desindustrialización. La deslocalización de fábricas a la CEE y la externalización han surgido como las dos soluciones óptimas. Sin embargo, debe seleccionar el enfoque más idóneo para su empresa. Le ayudaremos a decidir qué plan le conviene más: Externalización del control de calidad y optimización de procesos: Aunque la externalización a lugares lejanos como Asia o Sudamérica puede parecer rentable, a menudo da lugar a un menor control de la calidad. Según un informe de KPMG, 41% de las empresas se enfrentan a problemas de calidad en las operaciones externalizadas. Deslocalización de CEE: Por otro lado, la deslocalización de fábricas a países de Europa Central y Oriental permite a las empresas mantener una mayor supervisión de la producción. La gran proximidad de esta región a Alemania y la adecuada alineación con las normas de calidad de la UE garantizan una sólida garantía de calidad. Por ejemplo, las empresas de Polonia y Hungría se benefician de una mano de obra altamente cualificada con experiencia en fabricación, lo que garantiza el mantenimiento de la calidad a un coste competitivo. Ganador: La deslocalización de CEE permite optimizar mejor los procesos y controlar la calidad. Seguridad de los datos y externalización de la propiedad intelectual: En muchos destinos de externalización de bajo coste, las protecciones legales de la propiedad intelectual (PI) y la seguridad de los datos son más débiles, lo que hace que las empresas alemanas sean vulnerables al robo de PI. Un estudio de McKinsey reveló que el 22% de las empresas que subcontratan a regiones no pertenecientes a la UE se enfrentan a importantes problemas de seguridad de los datos, lo que no es ninguna sorpresa. Deslocalización a CEE: Al reubicarse en países de Europa Central y Oriental dentro de la UE, las empresas se benefician de una sólida normativa de protección de datos en virtud del GDPR, ya que el marco salvaguarda la propiedad intelectual y la información patentada, reduciendo los riesgos y cosechando recompensas. Ganador: Deslocalización en CEE, debido a la sólida seguridad de la propiedad intelectual y las leyes de protección de datos. Externalización de la comunicación y la coordinación: Gestionar operaciones desde lugares distantes es difícil. Las lagunas de comunicación amplifican los problemas. Son inevitables, ya que las regiones de externalización tienen idiomas, culturas y husos horarios diferentes. Según un informe de PwC, 30% de las empresas sufren retrasos y malentendidos cuando externalizan operaciones a regiones lejanas como China, India y Filipinas. Esto crea ineficiencias y deja insatisfechos a los accionistas. Deslocalización a los PECO: Trasladar las fábricas a países de Europa Central y Oriental minimiza estos problemas. Estos países tienen una proximidad cultural y geográfica con Alemania. Esto garantiza una comunicación y coordinación más fluidas. También se minimizan las barreras lingüísticas y las diferencias horarias son insignificantes, lo que permite una colaboración más eficaz. Ganador: Deslocalización CEE, gracias a la alineación cultural y la proximidad. Proximidad del mercado y externalización logística: Los retos logísticos son habituales en centros de externalización distantes como Asia. Habrá que soportar largos tiempos de envío, mayores costes de transporte y complejos procesos aduaneros. Esto hace que a las empresas alemanas les resulte más difícil satisfacer a tiempo las demandas de los clientes europeos. Traslado a CEE: Los PECO se integran perfectamente en la cadena de suministro europea. El informe de Eurostat también destacaba que los costes de transporte de los países de la CEE son 30-40% más bajos que los de Asia. Cuando los plazos de entrega son más cortos, su empresa puede responder rápidamente a las demandas del mercado. Ganador: Deslocalización CEE, por proximidad y menores costes logísticos. Eficiencia de costes y oportunidades de innovación Externalización: La subcontratación de operaciones a proveedores de Asia o Sudamérica ofrece oportunidades de ahorro de costes a corto plazo. Sin embargo, los riesgos como la mala calidad de la producción, los retrasos en la entrega y la vulnerabilidad de la propiedad intelectual los superan con creces. Por tanto, no hay potencial de crecimiento futuro. Deslocalización de CEE: Aunque los costes laborales en los países de Europa Central y Oriental son 40-60% más bajos que en Alemania (Foro Económico Mundial), estas naciones también cuentan con una mano de obra técnicamente cualificada. Esto permite a las empresas impulsar la innovación sin sacrificar la rentabilidad. Como se puede acceder a una reserva de talento altamente cualificado con salarios nominales, es una solución a largo plazo para el crecimiento del valor para el accionista. Ganador: La deslocalización de CEE proporciona ahorro de costes y potencial de innovación a largo plazo. Externalización de infraestructuras y mano de obra: Los destinos de externalización como el Sudeste Asiático pueden ofrecer salarios competitivos, pero la infraestructura suele estar subdesarrollada en comparación con Europa. Cuando la red de transportes es deficiente, no se pueden evitar los retrasos operativos y las ineficiencias. Deslocalización en Europa Central y Oriental: Países como Polonia, Hungría y la República Checa han realizado grandes inversiones en infraestructuras industriales. Según el Banco Mundial, Polonia se encuentra entre las 25 primeras naciones del mundo por

Navegando por la desindustrialización: Deslocalización de fábricas en Europa Central y Oriental frente a externalización y pérdida de control

¿No tiene tiempo para leer el artículo completo? Escuche el resumen en 2 minutos. En medio de la caótica desindustrialización de Alemania, las industrias se enfrentan a amenazas como el aumento de los costes operativos, la escasez de energía y la feroz competencia mundial. Las empresas buscan estrategias alternativas, como la externalización, para contrarrestar estos problemas y mantener su competitividad a escala mundial. Sin embargo, la externalización no es una alternativa infalible. Si se opta por ella, se corre el riesgo de perder el control, reducir la calidad y depender demasiado de socios externos. Esto nos lleva a nuestra otra opción, que es bastante mejor y le permite mantener el control de su negocio al tiempo que ahorra dinero: la deslocalización de la fábrica a países de Europa Central y Oriental, como Eslovaquia, Chequia, Hungría, Polonia, Rumanía, Serbia, etc. Esta región está demostrando ser una mina de oro para las operaciones. Aquí exploraremos por qué la deslocalización de fábricas en CEE para contrarrestar la desindustrialización de Alemania es una solución más estable y eficaz que la externalización para las empresas. Avancemos un poco más para entender cómo el traslado de fábricas a esta región de gran potencial puede transformar las empresas alemanas y proporcionarles la estabilidad operativa que necesitan para sobrevivir y prosperar en tiempos difíciles. Comprender el grave impacto de la desindustrialización en las empresas alemanas Alemania, que antaño fue un ejemplo industrial, atraviesa ahora una fase creciente de desindustrialización. Sus industrias se ven profundamente afectadas por factores como los elevados precios de la energía, las estrictas normativas, las interrupciones de la cadena de suministro y los cambios en los mercados laborales. De ahí que sea habitual que su empresa tenga dificultades para mantener la producción a niveles competitivos. Esto es claramente visible en sectores de gran consumo energético como la automoción, la siderurgia y la industria química, donde el aumento de los costes de la electricidad y el gas ha obligado a las empresas a reevaluar sus operaciones. Los costes de la energía en Alemania han sido recientemente de los más altos de Europa, lo que afecta directamente a la competitividad de la industria manufacturera. Las empresas ya han empezado a trasladar sus operaciones al extranjero. Esto ha hecho saltar las alarmas sobre el futuro industrial a largo plazo del país y ha llevado a muchas empresas a buscar soluciones más cerca de casa, con los países de Europa Central y Oriental emergiendo como opción principal para la deslocalización. Sin embargo, algunas empresas han optado por la "externalización" para hacer frente al caos. ¿Por qué la externalización no es la forma ideal de contrarrestar la desindustrialización en Alemania? La externalización de operaciones a lugares lejanos como Asia o Sudamérica ha sido una estrategia común para reducir costes utilizada por las empresas alemanas. Sin embargo, conlleva ciertos riesgos. La pérdida de control sobre aspectos críticos del negocio es el más amenazador. Una preocupación importante es la dificultad de mantener los niveles de calidad cuando se externaliza la producción. Las empresas alemanas, conocidas por su precisión de ingeniería y sus normas de alta calidad, a menudo descubren que la calidad disminuye cuando la fabricación se traslada a países con costes más bajos y entornos normativos menos estrictos. Su empresa puede enfrentarse a problemas como la calidad irregular de los productos, retrasos en las entregas y dificultades para aplicar nuevas técnicas e innovaciones. Además, las barreras de comunicación son inevitables cuando se externaliza a regiones con idiomas, culturas y husos horarios diferentes. Esto puede provocar retrasos en los proyectos, malentendidos y una reducción general de la eficiencia operativa. Cuanto más se aleja la producción de la base de la empresa, más difícil resulta gestionar las actividades cotidianas y mantener la alineación con los objetivos estratégicos de la empresa. Y lo que es más importante, la externalización plantea riesgos para la seguridad de los datos y la propiedad intelectual. En regiones con una protección jurídica más débil de la propiedad intelectual, las empresas alemanas pueden tener dificultades para salvaguardar sus diseños, procesos e innovaciones. Su empresa puede correr el riesgo de enfrentarse a costosas batallas legales que resulten devastadoras o incluso encontrarse con el uso no autorizado de tecnología patentada por parte de terceros, lo que a menudo da lugar a competidores inmortales. ¿Cómo surge la deslocalización de fábricas a países de Europa Central y Oriental como mejor alternativa? Los expertos han optado por la deslocalización de fábricas a países de Europa Central y Oriental como alternativa mucho más estable a la externalización. Permite a las empresas alemanas conservar un mayor control sobre sus operaciones. Esta región ofrece un entorno empresarial favorable con proximidad a Alemania, lo que facilita la supervisión y las colaboraciones. La geografía y la cultura de esta región son increíblemente similares a las de Alemania, lo que deja margen para que los retos logísticos y las barreras de comunicación sean mínimos en comparación con los principales lugares de externalización, que tienen culturas y geografías diferentes. Además, los marcos normativos de los países de Europa Central y Oriental se ajustan adecuadamente a las normas de la UE. Esto garantiza que su empresa pueda mantener el mismo nivel de control de la calidad y la innovación que lograba con las operaciones nacionales, lo que reduce las posibilidades de que disminuya la calidad o se produzcan retrasos en la innovación. Las empresas pueden supervisar la producción y aplicar los cambios con mayor eficacia. Países como Polonia, la República Checa y Hungría también han realizado importantes inversiones en infraestructuras y formación de la mano de obra, lo que los convierte en destinos atractivos para la deslocalización de fábricas. Y aún tiene la opción de quedarse en Europa, pero fuera de la normativa de la UE, si decide trasladar su fábrica a Serbia, Macedonia del Norte o Bosnia y Herzegovina. Rentabilidad sin comprometer el control La externalización puede parecer una opción rentable, pero sus riesgos financieros y operativos a largo plazo superan claramente el ahorro a corto plazo. Por el contrario, la deslocalización de fábricas en los PECO permite a las empresas ahorrar costes sin los riesgos asociados a la externalización. El talento de los países de Europa Central y Oriental está dispuesto a trabajar a un precio mucho más bajo que el de Alemania. Sin embargo, posee el mismo o incluso mejor nivel de conocimientos técnicos y moral laboral. Esto permite a las empresas alemanas reducir los gastos operativos sin sacrificar la calidad y el control. Por ejemplo, Polonia ha visto aumentar la inversión extranjera de empresas alemanas debido a sus competitivos mercados laborales, su sólida base industrial y sus bien desarrollados enlaces de transporte con Europa Occidental. Ventajas normativas y gestión del cumplimiento Los países de Europa Central y Oriental ofrecen una sólida alineación normativa con las estrictas normas de la UE. A diferencia de los principales destinos de subcontratación, los países de Europa Central y Oriental se adhieren a estrictas normas de seguridad de datos, laborales y medioambientales para garantizar que las empresas alemanas sigan cumpliendo los altos estándares exigidos por los mercados europeos y mundiales. Esto es especialmente importante para las industrias con propiedad intelectual sensible o requisitos reglamentarios estrictos, como la fabricación de automóviles o aeroespacial. Al trasladarse a la CEE, las empresas alemanas pueden mantener el cumplimiento de la normativa de la UE, minimizando los riesgos legales y operativos al tiempo que garantizan que sus innovaciones permanezcan protegidas. Mitiga los riesgos potenciales Alemania, antaño líder de la industrialización, atraviesa ahora una fase de desindustrialización, lo que preocupa a las empresas por los riesgos y contratiempos potenciales. El coste de producción está aumentando

¿Cómo se jubilan los interinos?

¿Cómo se jubilan los directivos interinos? Muchos pasan a desempeñar funciones de asesoramiento o tutoría, utilizando su experiencia para orientar a las empresas.

es_ESEspañol