Diversificación estratégica contra la desindustrialización: ¿Reubicación en Europa Central y Oriental o externalización?

¿No tiene tiempo para leer el artículo completo? Escuche el resumen en 2 minutos. Alemania está sufriendo una ola de desindustrialización demasiado fuerte como para dominarla a corto plazo. Los fabricantes de automóviles, que han sido el motor de la economía del país, se enfrentan a retos que requieren una acción estratégica inmediata. Entre los muchos planes contraproducentes, la diversificación de la huella de fabricación hacia las superpotencias automovilísticas de la región de Europa Central y Oriental ha surgido como una poderosa alternativa a la subcontratación. Para los fabricantes de automóviles y otras industrias profundamente afectadas por el aumento de los costes operativos y los precios de la energía, la decisión de externalizar o trasladar sus fábricas dentro de Europa Central y Oriental (ECE) es confusa, complicada, pero muy crítica. Aquí analizaremos los pros y los contras de ambos enfoques y los compararemos específicamente para los fabricantes de automóviles y otras industrias de alto riesgo. Al final, se dará cuenta de por qué trasladar la producción a los países de la CEE puede ser una alternativa mejor. La batalla de la industria automovilística contra la desindustrialización Durante años, la industria automovilística alemana ha sido el factor impulsor de su legado industrial. Sin embargo, la reciente desindustrialización del país debida a factores como el aumento de los precios de la energía, la creciente escasez de mano de obra y las incertidumbres geopolíticas han traído el fin del sector. La escalada de los costes energéticos ha empeorado las cosas, ya que la industria automovilística depende en gran medida de líneas de producción ininterrumpidas y del acceso a la energía. Los fabricantes buscan desesperadamente formas de adaptarse y diversificar estratégicamente sus operaciones para preservar la competitividad y mantener la rentabilidad, y la externalización y la deslocalización de fábricas aparecen como las dos principales soluciones. ¿Por qué la externalización se queda corta en la batalla de la desindustrialización? La externalización puede ser una estrategia muy utilizada en todo el mundo, pero tiene su propio conjunto de riesgos que perjudican el futuro a largo plazo de su empresa. Especialmente en sectores como la fabricación de automóviles, que dependen de sólidas medidas de control de calidad, tecnologías patentadas y complejas cadenas de suministro. Echemos un vistazo a algunas razones clave para entender por qué la externalización no es la herramienta más vital para luchar contra la desindustrialización como fabricante alemán de automóviles: 1. Cuando se externaliza la fabricación, las empresas pierden el control directo sobre el proceso de producción. Es posible que los socios de externalización no se adhieran a los mismos estándares de calidad o innovación, lo que conduce a una disminución del producto final. Para las empresas arraigadas en la fabricación de precisión -como las del sector automovilístico alemán- esta pérdida de control supone una grave amenaza para la reputación de su marca. 2. La comunicación se hace más difícil cuando se externaliza la producción a regiones lejanas. Sus proveedores utilizarán idiomas distintos, tendrán culturas diferentes y trabajarán en sus zonas horarias preferidas. La eficiencia operativa de su empresa se resentirá en este caso. 3. 3. Riesgos de propiedad intelectual Si subcontrata producciones a una región con leyes de propiedad intelectual poco definidas o débiles, su propiedad intelectual corre el riesgo de ser robada. Si le roban sus diseños, técnicas e innovaciones de vanguardia, su empresa estará condenada al fracaso y el caos será inimaginable. 4. Dependencia de socios externos Usted está a merced de sus socios de externalización cuando les entrega sus producciones. Si no cumplen los objetivos de producción o no ofrecen una calidad homogénea, está usted perdido. Su cadena de suministro se verá afectada y los tiempos de inactividad son inminentes. Debido a estos retos, la subcontratación no es lo más adecuado si está intentando defenderse de los ataques de la desindustrialización. Por el contrario, la diversificación de la huella de fabricación hacia las superpotencias automovilísticas de la región de Europa Central y Oriental ofrece una alternativa más controlada y fiable a la externalización. Los países de Europa Central y Oriental se han convertido últimamente en los lugares ideales para la deslocalización de fábricas debido a su gran proximidad, sus competitivos mercados laborales y sus importantes inversiones en infraestructuras. Analicemos las principales ventajas de trasladarse a países de Europa Central y Oriental como Polonia, Hungría, Eslovaquia y la República Checa. 1. Proximidad a Alemania: Mayor control y logística más sencilla La deslocalización de fábricas a los países de Europa Central y Oriental ofrece ventajas geográficas que no tienen los destinos de subcontratación de Asia o Sudamérica. Estos países están tan cerca de Alemania que la gestión de las operaciones resulta más sencilla y no habrá que enfrentarse a ningún problema con la cadena de suministro. Esta proximidad permite a las empresas mantener el tan necesario control sobre sus operaciones, al tiempo que reduce significativamente los costes de transporte y los plazos de entrega. Por ejemplo, Eslovaquia se está convirtiendo en el próximo líder de la fabricación de automóviles en Europa. El país ofrece infraestructuras e instalaciones avanzadas, y una mano de obra increíble que está altamente cualificada pero trabaja con salarios bastante bajos. 2. Los países de Europa Central y Oriental cuentan con avanzados programas educativos y de formación profesional. El talento que se produce aquí no sólo es capaz, sino altamente adaptable a las tecnologías de fabricación avanzadas. Además, exigen salarios significativamente más bajos que en Alemania. Para los fabricantes alemanes, es nada menos que una bendición, ya que pueden reducir los costes operativos sin sacrificar la calidad de sus productos. 3. Los países de Europa Central y Oriental se rigen por la normativa de la UE, por lo que no tendrá que preocuparse por problemas de cumplimiento, ya que la transición será fluida. Sin embargo, cuando se externaliza la producción, se corre el riesgo de una desalineación normativa con las leyes de cumplimiento, medioambientales y laborales. Y lo que es más importante, las empresas automovilísticas alemanas pueden mantener un estricto cumplimiento de las políticas medioambientales de la UE trasladándose a países de Europa Central y Oriental. Se trata de un aspecto crucial, pues ya se enfrentan a un inmenso escrutinio sobre las normas de emisiones. Por lo tanto, existe la garantía de que las fábricas reubicadas seguirán las directrices legales y éticas necesarias para evitar costosas multas reglamentarias y daños a la reputación. 4. Los países de Europa Central y Oriental han invertido mucho en mejorar sus infraestructuras para acoger la afluencia de fabricantes extranjeros. Ya se trate de redes de carreteras y ferrocarriles, telecomunicaciones o suministros de energía, estas naciones han desarrollado la infraestructura necesaria para apoyar operaciones de fabricación complejas. Para los fabricantes de automóviles, donde la eficiencia en las cadenas de suministro es vital, las redes logísticas bien establecidas en los países de Europa Central y Oriental permiten una integración perfecta en las cadenas de suministro globales, garantizando la continuidad de la producción y la capacidad de recuperación incluso durante períodos de interrupción global. 5. A menudo, la externalización aparece como la solución rápida para reducir los costes operativos, pero puede acabar descuidando los inconvenientes a largo plazo que afectan al futuro de su empresa. En el